jueves, 28 de enero de 2021

 Hola a todos. 

Nunca imaginamos allá por marzo del año pasado (2020) el cambio que daría la vida tal y como la conocíamos. Han cambiado muchas cosas y seguimos aún en ese camino lleno de incertidumbre. 

No queremos dejar pasar la oportunidad que nos ofrecen los acontecimientos para escribir sobre ellos. Dar a conocer nuestro punto de vista, nuestros sentimientos o emociones, reflexiones. Y compartirlas. 

Por eso animamos a todos los alumnos de nuestro instituto a participar en este BLOG.  Brindamos desde la Biblioteca del Centro un rincón para que aquí os expreséis sobre cualquiera de las fotografías que iremos seleccionando. (Si alguien quiere hacernos llegar alguna, estaremos encantados) 

Pasaremos una vez más de la IMAGEN a las PALABRAS. No queremos limitar con un género concreto lo que queráis transmitir. Por eso, admitiremos esta vez tanto un relato breve, un microrrelato de una sola frase, un poema, letra para una canción...Artículos de opinión... Todos los escritos serán bien recibidos y los publicaremos. 

El viernes 11 de junio de este 2021 daremos a conocer quién o quiénes de cualquiera de las enseñanzas de nuestro centro es o son los ganadores por sus escritos publicados. Próximamente, y según la cantidad de gente que participe, daremos a conocer en qué consistirán los premios. 


COMENZAMOS.       

                        FOTOGRAFÍA 1.

                                                                                                                        Pixabay.com

      


FOTOGRAFÍA 2. 



TODO LO QUE ESCRIBÁIS sobre ellas enviadlo al CORREO bibliotecapdv@gmail.com con el asunto "FOTOGRAFÍA 1" o "FOTOGRAFÍA 2".


Saludos desde la Coordinación de vuestra Biblioteca. 


(Cada profesor también podrá valorar como crea conveniente la participación de sus alumnos)

martes, 28 de enero de 2020

CONCURSO LITERARIO 19/20

   DE LA IMAGEN AL RELATO...


   Observa con atención la siguiente imagen. Debe servirte como inspiración para tu relato.


                                                                                                                         Pixabay.com

                                         
    Se opta a dos premios de 25 euros cada uno (en tarjetas-regalo FNAC):

-             -  Uno para el mejor relato escrito por alguno de los alumnos de 1º a 4º de ESO.

-              - Otro para el mejor relato de entre los presentados por alumnos de otras enseñanzas de nuestro instituto. 



                             BASES DEL CONCURSO

1. Cada  participante podrá entregar un solo relato.

2. Se valorará de manera positiva tanto la  originalidad como la buena expresión del texto.

3. La   extensión máxima será de un  folio por una sola cara.

4. Los trabajos se presentarán a ordenador con letra times new roman 12, interlineado 1,5.

5.  En el trabajo presentado debe constar el nombre del alumno y el curso al que pertenece.

6. Los trabajos se  enviarán a la dirección bibliotecapdv@gmail.com con el asunto “Relato corto” antes del 23 de abril (día del libro) de 2020.


Los premios se fallarán a principios de mayo y se publicarán una selección de los mejores así como  los ganadores en nuestro Blog Bibliopunta.

Los profesores que lo deseen,  pueden motivar o valorar como estimen conveniente la participación de sus alumnos.

                                                                       Coordinación de Biblioteca


 

sábado, 22 de junio de 2019

Primer Premio de Relato Corto, curso 2018/19




                  La esperanza y el gato de Schrödinger"


Iba andando por las calles pedregosas del centro de la ciudad, al principio con cuidado, para que las ruedas del troley no hicieran mucho ruido sobre los adoquines —¡Ay, esos ayuntamientos que piensan que queda bonito poner adoquines por las calles del centro!, cómo se nota que ellos no han intentado andar con tacones por esas calles, si no, seguro que ya las hubiesen asfaltado, de eso no le cabía ninguna duda—. Pero, conforme se iba alejando, y el aire fresco entraba en sus pulmones, dotándola nuevamente de vida, fue olvidando su prudencia y ya no le importaba que la maleta sonase tanto, es más, de pronto se sorprendió a sí misma tarareando entre dientes una cancioncilla de su infancia.      No entendía por qué, de pronto, esa canción le venía a la mente, quizás porque recordaba su niñez como uno de los momentos más felices de su vida y ahora sentía que era dichosa de nuevo.

«¿Cómo fue que llegué a esto? se preguntó—, yo era una chica normal, ni muy guapa ni muy fea, ni muy alta ni muy baja, ni muy rubia ni muy morena; normal, vamos. No estaba entre las populares, pero tampoco entre las empollonas, aunque sí que me gustaba estudiar. Nunca me gustó sobresalir, aunque fuese por algo positivo como era pertenecer al grupo de los «listos» de la clase. Aunque sí que era la típica persona en la que la gente confía, a la que las señoras cuentan sus cuitas, bien en la sala de espera del ambulatorio, o en la parada del autobús, ese era mi don».

No fue hasta que cumplió los dieciséis años, que salió, por primera vez sola, con una amiga, a ver los distintos belenes que se montan en fechas navideñas, y un chico se interesó por ella, «¡ojalá no hubiese salido nunca a ver esos belenes!, pensó», pero, por lo visto, lo que está destinado para uno no puede evitarse. Porque tenía un examen esa semana y había intentado no salir, pese a la insistencia de su amiga, ya que necesitaba buenas notas para conseguir la beca que le permitiría seguir con sus estudios, pero cuando lo conoció a él, se olvidó de los estudios, se olvidó de las notas, se olvidó de sus amigos, se olvidó de todo… se olvidó hasta de ella misma. En realidad, a ella fue a la primera que olvidó.

La primera bofetada la sintió más en el alma que en la cara, pero a continuación llegó la primera disculpa, repleta de besos y de lágrimas y perdonó, con apenas veinte años y un hijo, ¿qué otra cosa podía hacer? Por desgracia, ese pequeño ángel de rizos morenos, con grandes ojos que lo abarcaban todo, como queriendo ver la creación con una sola mirada, no pudo con la maldita enfermedad y se fue.

Hasta esta noche, en la que harta de todo, decidió que unas gotitas de «Trankimazin» no le harían mucho daño. Y así pudo escapar en el silencio de la madrugada. Tiró por un callejón solitario, porque ni ganas de ver a nadie tenía y de pronto los vio, unos puntos de luz refulgentes, que conforme se iba acercando pudo adjudicar a un hermoso gato negro, que se encontraba en un ángulo oscuro del callejón, quizás, como ella misma, temiendo también a la gente. Se acercó con cuidado ganándose su confianza, hasta que lo pudo tomar en brazos y los dos juntos se alejaron por las calles solitarias. ¿Qué les depararía el futuro?, quizás el gato lo sabría, podían tener una vida plena, o no, todo dependería de la puerta que abriesen.

                                                                                                            Macarena  Diana Liroa
                                          

Segundo Premio de Relato Corto, curso 2018/19

                                           
                                                                "Amistad"


Cuando era una niña y jugaba en las calles empedradas de mi barrio establecí una amistad inolvidable; Un día de primavera me crucé con una gata que volteaba una esquina; La recuerdo salvaje, de bigotes largos y pelaje negro y blanco a rayas. Ambas nos quedamos inmóviles, Entonces recordé que  llevaba mi merienda en el bolsillo y me acerqué para darle un pedacito de jamón. Ella gruñía, pero dejó que me acercara lo suficiente; Lo olisqueó, se  lo comió, se dio la vuelta y se fue.

A la semana siguiente volví a pasar por aquella calle y otra vez  estaba allí y todo volvió a repetirse. Los gatos salvajes aprenden a sobrevivir patrullando su territorio buscando recursos, y cuando encuentran a alguien o algo que los proporciona empiezan a frecuentarlo, pero yo entonces no sabía eso.

Al principio los bufidos y los gruñidos fueron lo habitual de nuestros encuentros, pero con el tiempo  establecimos normas. Sabía que le gustaba el jamón y el pescado, que aborrecía la comida de gatos y que le encantaba rodar y rascarse la espalda, a cambio, ella me dejaba compartir su espacio, alimentarla y acariciarla, y después de ronronear un rato se marchaba sin más.

Cada miércoles y a la misma hora ella se presentaba, así forjamos una relación de confianza que duró años, pero un buen día dejó de venir. Continué visitando esa calle hasta que un día volvió, pero esta vez parecía débil, apenas se movía, aullaba al acariciarla, le costaba respirar y además estaba embarazada. La agarré e inmediatamente la llevé a una clínica veterinaria. Allí no me dieron buenas noticias; De la camada nacieron dos crías con vida y la madre no iba a tener mejor suerte, tenía una infección renal y no podían evitar lo inminente. Asentí y el veterinario desapareció tras una puerta para volver al rato con una cajita con su cuerpo dentro.

Entre lágrimas la agarré y a escondidas la llevé a un jardín cercano y tranquilo donde había muchas flores, la saqué con cuidado y la enterré, fue uno de los días más tristes que recuerdo. Entonces recordé a sus hijas, necesitaban comida, agua, cuidados, un sitio donde dormir y alguien a quien querer. Volví a la clínica y pregunté qué pasaría con ellas, me dijeron que  las darían en adopción, así que decidí quedármelas.

Mi vida continuó, yo vivo en otra ciudad pero cada cierto tiempo vuelvo allí y cada vez que lo hago paso por la calle donde nos conocimos y mis recuerdos vuelven, siento otra vez su presencia, pero aquel día fue algo diferente. Vi algo que me sobresaltó, su alma, blanca y traslúcida, estaba ante mí  como cuando éramos pequeñas, pero esta vez sus ojos transmitían la necesidad de saber cómo estaban sus crías, así que sonriendo le mandé un pensamiento de tranquilidad “Tus hijas estarán bien, cuidaré de ellas, puedes irte tranquila”.  Ella se volvió, saltó y se desvaneció marchándose hacia lo que yo confío que es el cielo. Una lágrima se asomó inesperada, y mientras me la secaba me di la vuelta y me alejé con mi maleta hacia mi destino.

El tiempo pasó, pero cuando mis gatas me reciben al llegar a casa a veces me conmuevo al recordar mi niñez en aquellas calles empedradas y a mi vieja, curiosa y bigotuda amiga de mi infancia.

                                                                                                             Alberto Bedmar Montaño

Pixabay.com
                                            

lunes, 17 de junio de 2019

GANADORES RELATO 2018/2019



       Nuestra más sincera enhorabuena a los GANADORES del Concurso Literario de este curso 18/19 



         El primer premio se lo lleva nuestra alumna Macarena Diana Liroa  del Curso ESPA II con el relato titulado:La esperanza y el gato de Schrödinger".

         El segundo premio  es para  nuestro alumno Alberto Bedmar Montaño de 2º DAW con su relato titulado: "Amistad".


         Hay que mencionar también otros relatos muy buenos como el de Violeta Cardenete Molina de 4ºESO A; o el de Mario Sánchez Álvarez de 1º DAW. Estos serán también publicados aquí para que todos podáis disfrutarlos. 


         Solo queda despedirnos hasta el próximo año en el que esperamos que sigáis con ganas de contar y escribir. 

         Muchas gracias a todos los participantes.
         Feliz verano´
         Teresa Ojeda. 

                           

       * La alumna Aylén Mª Peñuela Andrada puede recoger también el premio que tenía pendiente del 17/18.

         Los premios pueden recogerse desde el 19 al 28 de junio en Vicedirección o en Biblioteca. 
         Si alguno no puede también podrá recogerlo durante el mes de septiembre. 
         
                                         (Encargadas: Nelly Oliveras, vicedirectora; Teresa Ojeda, Biblioteca. )

lunes, 28 de enero de 2019

CONCURSO 18/19. De la IMAGEN al RELATO.

 Cada  RELATO debe estar inspirado en una de las dos IMÁGENES que se proponen aquí.   

                                                               IMAGEN 1                             

  Imagen 2
                     

Pixabay.com



 ABIERTO EL PLAZO DE RECEPCIÓN DE ORIGINALES DEL I PREMIO LITERARIO DE RELATOS CORTOS DEL Punta del verde. DESDE EL 29 DE enero Al 7 DE MAYO AMBOS INCLUSIVE. SE PUEDE presentar un solo  relato por imagen- autor. ERES BIENVENIDO SI DESEAS PARTICIPAR. Enviar Originales a ESTa dirección:  

  bibliotecapdv@gmail.com


  PRIMER PREMIO: 100 euros ( TARJETA-REGALO) ; segundo premio: 50 euros (tarjeta-regalo)


Gracias por vuestra colaboración.


Aquí podéis consultar más detalles:


Concurso de  Literatura
Curso 2018-2019




El IES Punta del Verde, a través de la Biblioteca del Centro, convoca un Concurso de  RELATO CORTO INSPIRADO EN UNA DE LAS DOS IMÁGENES QUE APARECEN EN EL BLOG  BIBLIOPUNTA  (http://bibliopunta.iespuntadelverde.es/

Nota: Un relato corto es una narración breve que ocupará hasta un máximo de un folio por una sola cara.



El primer premio tendrá un valor de  100 euros. Y el segundo de 50 euros.  (En tarjetas de regalo de FNAC).

En el blog de la Biblioteca (Bibliopunta) publicaremos los ganadores y una selección de los mejores trabajos.









Bases  del Concurso


Cada  participante podrá entregar un solo relato por imagen. Las DOS IMÄGENES propuestas están en la página de BIBLIOPUNTA.

Se valorará de manera positiva tanto la  originalidad como la buena expresión del texto.

La   extensión máxima será de un  folio por una sola cara.

Los trabajos se presentarán a ordenador con letra times new roman 12, interlineado 1,5.

En el trabajo presentado debe constar el nombre del alumno, el curso al que pertenece y el título del relato.

Los trabajos se enviarán a la dirección de correo de la biblioteca del centro con el asunto “Relato”: bibliotecapdv@gmail.com.

La fecha límite para el envío de estos trabajos será el 7 de mayo de 2019.


Los profesores que lo deseen,  pueden motivar o valorar como estimen conveniente la participación de sus alumnos.

            


                                                            Coordinación de Biblioteca. 




lunes, 18 de junio de 2018

PRIMER PREMIO Relato Corto 17/18



Una apuesta, una puerta y un despacho 



Oprimió la pequeña bolsa que lo había llevado hasta allí contra su pecho. Ya se estaba cansando de ella.
Al principio solo era un juego, una tontería, un pasatiempo… tan solo eso.
Sintió el chocar de unos zapatos contra los charcos de agua. Ya están allí, lo iban a alcanzar y no podría evitarlo.
Guardó aquella bolsita en uno de los bolsillos interiores de su chaqueta para, de un momento a otro, comenzar a correr lo más rápido que podía.
Esquivó a personas, derribó cubos de basura que se cruzaban en su camino y se adentró en callejones desconocidos para su persona.
Mientras mantenía su fuga, los pensamientos atormentaban su mente: <> << ¿Acaso eres un cobarde?>> <>
Tropezó y chocó contra una pared. Cerró los ojos y situó su mano en su cabeza, evaluando su dolor.
Ya recuperado, observó el muro que había provocado su caída. Era de ladrillo, color grisáceo, y alto. Un muro corriente, al fin y al cabo.
Dio una vuelta de trescientos sesenta grados para poder situarse. Estaba en un callejón. Buscó una salida, pero solo encontró una especie de puerta; aparentemente, de una casa antigua. Se acercó a ella y agarró su pomo. Hizo una mueca de asco, estaba cubierto de suciedad y moho causado por los años. Con un leve tirón, la puerta se abrió ante él dejando ver un pasillo oscuro. Se adentró en la casa.
Tras cada paso que daba, el suelo crujía. Al quinto paso se sintió que, la madera vieja que había debajo de sus pies, desaparecía y caía.
Los nervios y el miedo se apoderaron de él y empezó a gritar como si la vida le fuera en ello.
Cuando un último grito de desesperación estaba a punto de salir de su garganta, sintió que una corriente lo recogía y lo hacía levitar hasta llegar a una especie de despacho.
La extraña fuerza lo dejó levemente sobre una silla.
Delante de él, se encontraban unos papeles desordenados; y, detrás de la mesa donde estaban estos, una joven de cabellos color grana y ojos verdes. La chica tenía una expresión grave en su rostro.
-¡Al final llegas! ¿Se puede saber dónde estabas?- él abrió la boca para contestarle, pero ella lo interrumpió- Da igual, no tiene importancia…traerás la bolsa, ¿verdad?

                                                                                                       Aylén Mª Peñuela Andrada 1º A
                                                                                                     Pixabay.com


Enhorabuena, Aylén.



El SEGUNDO PREMIO de Relato Corto es para Raúl Heras de 3ºB con este texto:


Un trato justo

                Había acordado entregar mil almas oscuras a cambio de un alma limpia.

               -¿Últimas palabras?-Le dijo la otra parte al hombre ensangrentado.