jueves, 17 de marzo de 2016

Ganador del Concurso Artículo de opinión 2016

                                                 

                                                        VIRUTAS DE VERDAD


Un día como otro cualquiera, en la Sevillana Alameda de amarillentos adoquines, bajo las columnas de
Hércules y Julio César se me acercó uno de estos hombres habituales de los bares; de los que abusan de la cerveza y demás vicios pero demandan constantemente empatía con otro ser humano aferrándose a cualquier conversación que se les aparezca como si fuese a ser la última de su vida. Oliendo a un tabaco de marca barata, con un aspecto desaliñado y mostrándose bastante amistoso pese a que éramos completos desconocidos.

 Aquel hombre me expuso sus teorías universales posiblemente fruto de haber pasado más horas en la barra de un bar que en ocupaciones denominadas “productivas”.
Aparte de muchas bobadas y sinsentidos que se podrían resolver en los libros de la enseñanza más básica y especulaciones absurdas sobre la Guerra Fría, aquel esperpéntico personaje me dijo:           “No es más dañina la mentira, lo realmente dañino es la verdad a medias".


Por lo inverosímil de la situación y porque pienso que este tipo de personas poseen alguna clase de sabiduría decidí memorizar esa cita.
Y hoy- dejando varios años atrás ese día y sin tener ni idea de dónde quedó aquel aficionado a los licores- me doy cuenta de que tenía razón.

 Vivimos de titulares y nos damos por informados solo con ellos porque no tenemos tiempo/nos da pereza leer la noticia.
 Preferimos leer el resumen a leer el libro, queremos todo machacado, resumido, a veces descartamos leer un texto por lo largo que es gastando el mismo tiempo en buscar un video en Youtube que contenga esa misma información.

 Y lo peor: esta situación ha llegado a la política. Las redes sociales se llenan de videos de no más de veinte segundos de candidados que echan por tierra los argumentos de su adversarios en dos o tres frases, videos en lo que de alguna manera, se censura o se oculta la defensa del otro dejando a su paso un votante que solo necesita esas pocas palabras para darse por convencido, porque le da pereza ver el debate entero, no tiene tiempo entre whatsapp y whatsapp o porque hemos llegado a un nivel tal de estupidez, , que pensamos que tan pocos argumentos son merecedores de un voto.

 Es el camino de la ignorancia, el del “que lo haga otro”, de la información comprimida, es
el camino que nos priva de descubrir y reflexionar.
Tenía razón mi anónimo amigo, lo dañino no es mentir, es no mostrar, o simplemente no querer descubrir toda la verdad.

                                                          Fco. Javier Vergel Acosa, 1º de Bachillerato Letras.Tarde.

2 comentarios: