martes, 19 de mayo de 2015

Relatos premiados en el Segundo Concurso de Literatura

Los dos PRIMEROS PREMIOS son para  los alumnos:  

                                           Mario Avilés Flores (1ºDAW) y Cristina Ayala Ayala (2ºBach. Adultos)


Enhorabuena. :)


Mario Avilés Flores. 1º Desarrollo de Aplicaciones Web (Parcial-Tarde). Opción B

                                                           A Dios

- Yo no soy malo, aunque no me faltan razones para serlo. Toma -me dio una pequeña caja, con
el símbolo de Superman en la tapa, y se fue volando. Como otras tantas veces le vi partir
surcando los cielos. Su capa roja se perdió a lo lejos y se escondió entre las nubes.
Siempre me había dicho que le era imposible olvidar todo lo que había descubierto de Krypton
y de cómo desapareció. Todos sus seres queridos se sacrificaron porque él tuviera una vida, ni
mejor ni peor, pero una vida. Su sentimiento de venganza no se había saciado a pesar de haber
vencido a sus enemigos y a todos aquellos que causaron la desaparición de su pueblo, de su
civilización, de lo que debía ser su mundo.
Y aunque intentaba autoconvencerse de que su maldad no era tal, por mucho que la disfrazaba
de justicia, él y yo sabíamos que lo que había conseguido era venganza; dura, fría y
escalofriante venganza. Superman tenía un lado malo y lo estaba descubriendo.
Me dirigí hacia el coche, que se encontraba a unos quinientos metros de donde otrora habíamos
estado sentados. Pensé en qué suerte tiene el maldito...volar cuando él quiera, a dónde se le
ocurra y sin tener que pensar en nada más. Conducir es lo más parecido que tenemos los
humanos corrientes para escapar durante un tiempo determinado, cuando, sin remedio, sabemos
que tenemos que volver a casa de nuevo, a nuestra triste realidad. Es un pequeño resquicio que
tenemos bajo nuestro control. Pero no nos podemos engañar: Ninguno somos Superman. Le
necesitamos para recordar que hay alguien que es mejor que nosotros en todo, necesitamos que
alguien esté arriba, protegiéndonos, dándole un sentido a nuestra vida, sin tener que hacer el
esfuerzo de pensar en los peligros que nos rodean a cada instante. Él es el Dios de nuestra era.
Necesitamos algo en lo que creer y, esta vez... le ha tocado a él. Maldita sea su suerte.
Nunca me consideré ser buena persona, de hecho jamás lo fui, y, a pesar de eso, Superman me
acogió como si fuera su hermano. Me salvó, sin pedir nada a cambio. Me enseñó que era
necesario continuar para saber qué quería, cuál era mi motivación. Y, por primera vez, y sin que
él lo supiera, intuía lo que quería. Miré la caja y supe lo que debía pasar.
Lo demás ya estaba escrito: no podía permitirme ver como la humanidad caía porque Superman
no podía controlar su odio. En él se había implantado la semilla del mal, él ya lo sabía. Ahora
era cuestión de esperar. El que eligió salvarnos un día, ahora iba a cambiar de equipo. Él no
quería que yo lo viera. Yo no podía verlo. Abrí la caja, cogí la pastilla y esperé.




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Cristina Ayala Ayala, 2ºBachillerato de Adultos. Opción A.


“Todas las familias felices se parecen; cada familia es infeliz a su manera” como diría Anna
Karenina en el famoso libro de Tolstoi. No recordaba ya cuántas veces había vuelto a aquella
página, donde relucía dicha frase subrayada, marcada y rodeada. Le gustaba, y a veces también
necesitaba leerla con el fin de cerciorarse de que realmente en algún momento alguien tenía una
opinión parecida a la suya. La situación en su familia últimamente variaba entre lo excelente y el
desastre total, al punto de no saber si se encontraba en su casa o en una montaña rusa. Para
Emily, estar entre las cuatro paredes que conformaban su hogar resultaba tan asfixiante como
liberador al mismo tiempo. Catalogaba como tranquilos y felices aquellos ratos de después del
almuerzo, donde se sentaban juntos a ver la televisión o a dormitar con algún documental
sonando de fondo. El resto del tiempo era casi imposible una convivencia sana entre los cinco
miembros que allí vivían. Aquel 4 de Julio demasiado caluroso, Emily tuvo la brillante idea de
salir a pasear por los bosques que delimitaban su ciudad; al menos alli estaria mas fresca que en
su habitación carente de aire acondicionado y con una sola ventana que daba al cerrado ojo
patio del edificio, por el que no corría una pizca de aire, aunque a veces era divertido oír a las
marujas parlotear, presumiendo de sus imaginativas vivencias, (era increible la capacidad de
invención que tenian las mujeres a esa edad). Cogió con demasiada velocidad la cuesta hacia
abajo que recorría el estrecho entre su urbanización y el bosque, las ruedas del skate sonaban de
diferente manera según el terreno por el que se deslizaba; por un momento, la idea de caerse y
sollarse alla donde tenia piel al descubierto la hizo estremecerse, al punto de frenar y continuar el
resto de los metros hasta el límite de árboles a pie.A pesar de que hacía varios meses que se
mudaron, aún no se había aventurado a pasear sola, lo cierto es que le asustaba un poco perderse
por aquel entramado de calles y callejones, sin conocer realmente donde se estaba metiendo. La
naturaleza era algo que si conocía, que aunque extensa no la cohibia, y se sentía de nuevo en casa
una vez entre todos aquellos pinsapares que daban sombra y se agitaban con la brisa, provocando
la música más hermosa posible para sus oídos. No en casa del lugar donde vives, sino el hogar,
ese que puede estar realmente en cualquier sitio, que no tienes que reconocer como tuyo, sino
aquel que te da la paz. Después de meses, Emily había encontrado su sitio en aquel tumulto de
ruido, coches y edificios, al, finalmente haberse decidido a conocer, las maravillas que rodeaban
su nueva vivienda, y donde pasaría probablemente buena parte del resto de su vida.



Los dos SEGUNDOS PREMIOS:

            Cristián  Ruíz Maestre (1ºBach. Adultos) y José Manuel Castilla Fernández (2ºBach.Adultos)


Yo no soy malo, aunque no me faltan razones para serlo. Quizás es el físico que siempre da una mala imagen sobre mí. Deduzco que será mi vestimenta.
Todas las mañanas cuando me dispongo a salir a trabajar me encuentro en mi vecindario con las típicas ancianas “sabelotodo” que te miran de reojo y empiezan  hablar de ti, de tu vida, de tu pasado… Desde que me mudé al barrio, he tenido que hacer frente a los obstáculos que la vida me ha ido retando.
 Mi vida cambió rotundamente tras la muerte de mis padres y el hecho de no tener a nadie a mi lado, quise huir del recuerdo de ellos, de mi casa y llegar al punto de deshacerme por completo de todo aquello que me los trajese a la memoria, a mi niñez, a esa bonita etapa de mi vida.
Intento llevar una vida normal a mi manera,  pero últimamente mis apariencias han hecho de que la sociedad me vea como una persona conflictiva que tiene como rutina vagar por los sitios insalubres. Sé que por mis alrededores me han criticado por mi personalidad y me han catalogado como persona insensata, mala… desde el día en que me reuní en un descampado abandonado con una  persona que había investigado a fondo la muerte de mis padres. Es verdad que las apariencias del hombre no eran dignas, así como el lugar de encuentro, pero es que no quería que nadie me viese en mi barrio con esa persona y de cómo yo  le hacía entrega del maletín, con el correspondiente dinero a cambio de que me diera toda la información sobre la trágica muerte de mis padres (que seguro que fue una muerte concertada como venganza) y por eso me cité con él.
 Planeé todo correctamente para que saliera exitoso pero ciertas personas que deambulaban por el mismo terreno lo vieron con todo lujo de detalles. A la mañana siguiente, en mi vecindad no se hablaba de otra cosa que no fuera aquel acontecimiento ocurrido. Tras cerrar la puerta de mi casa a mis espaldas, vi como el remolino de vecinos empezaron a cuestionarme sin parar. Sacaron todo tipo de conclusiones sin importarles mi propia versión de los hechos, pero eso solo lo hacen las personas que no me conocen verdaderamente. Aquellas personas que realmente saben cómo soy pueden testificar que vengo de una familia humilde, trabajadora, que el único afán que tengo es saber quién fue el causante de la muerte de mis progenitores.
Ante esta incómoda situación no pude contener mi furia y mis nervios, entonces grité a pleno pulmón toda la verdad. Los vecinos asombrados por el grito quedaron impactados esperando mi respuesta. Así que me armé de valor y decidí expresarme con toda claridad. Les expliqué que el hombre con el que me cité había investigado a fondo la muerte de mis padres y llegó a la conclusión de que el asesino se encontraba vagando por nuestro vecindario. Quizás podría estar planeando otro asesinato o probablemente quería perseguirme para acabar con mi vida al igual que hizo con mis padres. Así de ese modo la venganza que llevó a cabo estaría completa.
                                                                                      
                                                                                                                                                           Cristián Ruíz.

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“Yo no soy malo, pero no me faltan razones para serlo”, esas fueron las palabras que escuché mientras estábamos mi amigo Luis - con su pelo liso movido por el viento de entonces y su manía de tocarse la oreja mientras escucha algo - y yo, sentados en un banco de un parque. En ese momento, le pregunté si se consideraba malo con la gente y la contestación de él fue tan radical y decidida que me sorprendió viniendo de una persona a la que le cuesta trabajo mostrar sus sentimientos, y me dijo tan convencido:
-No hay gente buena ni mala, amigo mío, solo hay circunstancias que influyen en las situaciones y en los acontecimientos vividos.
Después de eso, nos quedamos un rato en silencio hasta que llegó María. Debo decir que ella, es una persona alta, con el pelo largo y liso, con un único defecto que le hemos podido sacar tanto Luis como yo, que es que cuando se pone nerviosa, se empieza a hacer tirabuzones en el pelo. Cuando llegó a la altura de nuestro banco, nos comentó que había contemplado cómo unos individuos atracaban a una pobre anciana al salir de un comercio, y nos contó lo sucedido con pelos y señales, como es su costumbre.
    Cuando fuimos a mirar la hora nos encontramos con  que eran las diez y media de la noche, hora pasada del juramento que hace Luis con sus padres a cambio de poder salir un rato con nosotros a la calle. Nos encontramos por el camino el bolso, vacio obviamente, de la mujer atracada que nos dijo María. Cuando llegué a casa, y mientras me asomaba a la ventana me puse a pensar sobre lo ocurrido, relacionado con lo que me dijo Luis, y pude llegar a una conclusión, y sí que es verdad que no hay gente mala, solo es la influencia de su vida pasada la que acarrea su vida actual, seguramente esos individuos sean hasta vecinos mío, pero por buenas o malas condiciones han llegado a un momento en el que la irracionalidad supera a la racionalidad.
Me hace gracia la indignación que me he cogido en un momento escribiendo mi diario, que hoy ni me he presentado, como de costumbre; pero bueno, soy Emilio, aquel chico con la cara llena de pecas. Y mientras contemplo la noche desde mi ventana redondeada en lo más alto de mi casa. Pero bueno, doy gracias a la suerte de poder mantener mis ideas y nervios controlados a pesar de los acontecimientos que veo a diario, como robos, maltratos animales, o tantísimos males que me rodean, porque como escuché esta mañana, “Yo no soy malo, aunque no me faltan razones para serlo”.

José Manuel Castilla Fernández.





  





viernes, 17 de abril de 2015

El curioso incidente del perro a medianoche

Me gustaría recomendar esta novela de Mark Haddon fundamentalmente porque es para casi todas las edades y porque lo curioso no es precisamente el incidente al que hace referencia su título sino ese acercarnos a la percepción peculiar de la realidad que tiene un autista.

Novela interesante por lo diferente a casi todas. TOM
Pixabay.com












Mark Haddon nació 1963 en Inglaterra. Ilustrador, pintor, poeta, profesor de escritura creativa y guionista de televisión. Ha trabajado con niños con deficiencias físicas y mentales. Su novela El curioso incidente del perro a medianoche (publicada en idioma original el 2003, y en español el 2004) es un reflejo de ello y ha sido un éxito desde su publicación.

La paz


Con motivo del día de La Paz que se celebró el 30 de enero en nuestro centro, un alumno y una alumna de 1º de CAE participaron en el evento con la creación y lectura de dos poemas y un cuento respectivamente. Estos trabajos merecen tener un lugar de privilegio en nuestra biblioteca.
Enhorabuena a los dos y muchas gracias por contagiarnos con vuestro entusiasmo.

María del Carmen Vega López: INCIDENTE
Javier Julián García Domínguez: POEMAS

JAME

miércoles, 15 de abril de 2015

Vagamundo


Nuestra biblioteca está triste porque murió Eduardo Galeano, pero sabe que volverá a estar alegre cada vez que descubra que un alumno está leyendo uno de sus libros.

viernes, 27 de marzo de 2015

Creatividad literaria: nivel 2

Fuente de la imagen: www.juntadeandalucia.es

Durante este trimestre, la profesora Elena Franconetti Jiménez y el profesor José Antonio Murcia Egido, han trabajado con el alumnado distintas actividades del nivel 2 del programa de creatividad literaria: Publipoema, Haiku y ¿Qué pasaría si...?
Muchas gracias al alumnado participante y enhorabuena por el excelente trabajo. En el siguiente enlace se puede comprobar: Creatividad literaria nivel 2

jueves, 26 de marzo de 2015

Insomnio





Cuando llevaba contadas tresmilquinientasveintitrés…
apareció la oveja negra.



JAME

miércoles, 4 de marzo de 2015

Alma Tadema

Primavera de Alma-Tadema (1894),
óleo en lienzo.
Fuente: es.wikipedia.org



El próximo miércoles, 11 de marzo, nuestro compañero Pepe Raya ofrecerá otra de sus magníficas conferencias sobre Arte. En este caso, se analizará la obra del pintor Sir Lawrence Alma-Tadema y tendrá lugar en la Biblioteca Provincial de Sevilla.
Los datos sobre la misma son los siguientes:
11 miércoles 17,00h
Conferencia: Victorianos con toga. La obra del pintor Sir Lawrence Alma Tadema, por D. José Raya Téllez, Doctor en Historia del Arte.
Org.: Asociación Ocnos de Amigos de la Biblioteca.
Salón de actos. Entrada libre, aforo limitado.

JAME